¡Bienvenidos a mi blog de cocina! Hoy os traigo una receta sencilla, saludable y reconfortante: crema de calabacín.
Esta crema es ideal para quienes buscan un plato ligero, nutritivo y lleno de sabor. El calabacín, cocinado con puerro o cebolla y un toque de mantequilla, da como resultado una textura suave y cremosa sin necesidad de añadir lácteos ni quesos.
Además, es una opción perfecta para toda la familia, fácil de preparar y muy digestiva. El calabacín es bajo en calorías, rico en agua y fuente natural de fibra, vitaminas y minerales. Y si lo dejas semipelado, obtendrás una crema con un color precioso y un sabor aún más auténtico.
Una receta perfecta para cualquier época del año, pero especialmente reconfortante en los días frescos o como cena ligera.
Deseo que disfrutes de esta crema tanto como yo.
¡Buen provecho y hasta la próxima aventura culinaria!
Ingredientes (4 personas)
- 2 calabacines grandes (unos 700 g), troceados (yo los pongo lavados y semipelados)
- 200 g de puerro (solo la parte blanca) o 1 cebolla mediana
- 1 patata mediana (opcional, para darle más cuerpo)
- 30 g de mantequilla
- 500 ml de agua
- 1 pastilla de caldo de verduras (o sal al gusto)
- Pimienta blanca o nuez moscada (opcional)
Preparación (con Thermomix)
- Pon el puerro o la cebolla en el vaso. Tritura 5 segundos a velocidad 5.
- Añade la mantequilla y sofríe 7 minutos a 120°C (o Varoma en TM31), velocidad 1.
- Añade los calabacines troceados y sofríe 6 minutos a 120°C (o Varoma en TM31), velocidad 1.
- Incorpora la patata (si la usas). Añade el agua y la pastilla de caldo o sal.
- Programa 25 minutos, 100°C, velocidad 1.
- Deja reposar 1 o 2 minutos. Luego tritura 1 minuto, subiendo poco a poco la velocidad de 5 a 10.
- Prueba de sal y, si quieres, añade una pizca de pimienta blanca o nuez moscada. Mezcla 10 segundos a velocidad 4.
Sugerencias
- El calabacín semipelado da un color verde suave y mantiene parte de sus nutrientes.
- Puedes servirla con un chorrito de aceite de oliva virgen extra o unas semillas de calabaza tostadas.
- Si prefieres una textura más ligera, puedes hacerla sin patata.
- Se puede guardar en la nevera 2-3 días o congelar sin problema.




